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Food Wars: argumentos contundentes para la crítica del régimen agroalimentario

por Carmen de la Cámara Arilla y Victòria Soldevila Lafón

Walden Bello no defrauda. El libro Food Wars. Crisis alimentaria y políticas de ajuste  estructural es una crítica razonada y convincente a las relaciones capitalistas que  imperan en la producción agrícola actual y a la «reforma agraria dirigida por el  Mercado», en suma, a la agricultura industrial capitalista. Un análisis que termina  siendo un alegato a favor de la soberanía alimentaria, no solo por su carácter respetuoso con la población campesina y por su racionalidad ecológica, podríamos decir, por razones de equidad, sino también por razones de eficiencia, ya que niega la superioridad de la agricultura industrial capitalista en términos de producción. El contenido del libro concuerda más con la segunda parte de su título, el ajuste  estructural impuesto por los organismos internacionales a los países subdesarrollados, que con la primera, ya que la crisis alimentaria se analiza de forma pormenorizada solo  en el epílogo de Tom Kucharz. El grueso de los capítulos anteriores desgrana los efectos del ajuste estructural en algunos países seleccionados. La estructura del libro  permite la lectura independiente de cada uno de estos casos, que no resultan exhaustivos pero sí dan, al lector no experto en la materia, una idea clara de la  realidad de las políticas agrícolas en estos países. Cada capítulo incorpora al final del mismo un útil apartado de conclusión que resume en unas pocas líneas las ideas  principales del capítulo.   

El capítulo introductorio sienta las bases teóricas de lo que después se estudiará en los análisis de casos. En este capítulo se explica como las políticas neoliberales han  conseguido la difusión de las relaciones capitalistas de producción en el ámbito de la  agricultura, amenazando la supervivencia campesina y extendiendo la alienación de la tierra, su mercantilización y venta. Su hipótesis de partida se basa en que la actual  crisis alimentaria no puede entenderse sin tomar en cuenta el proceso de destrucción  de la agricultura campesina por parte de la agricultura capitalista. Un proceso que se  inició con la irrupción del Primer Régimen Agroalimentario a finales del siglo XIX, pero  que no se ha conseguido completar, a pesar de los esfuerzos actuales de la OMC, Banco Mundial y de los agentes de la agricultura industrializada (empresas de  biotecnología, grandes empresas transnacionales de la alimentación, etc.) para conseguirlo. La agricultura campesina ha conseguido sobrevivir y ahora se presenta  como una alternativa viable frente a un modelo de agricultura industrial cada vez más cuestionado.

En los capítulos centrales, que forman el grueso del libro, el autor analiza los casos de la agricultura mexicana (capítulo 2), filipina (capítulo 3), africana (capítulo 4) y china (capítulo 5). En todos los casos destaca el rol marginal de la agricultura en la estrategia de desarrollo del país, estrategia que prioriza la industrialización orientada a  las exportaciones y centrada en las ciudades, basada en una rápida integración en la economía capitalista global. En esta estrategia, los excedentes agrícolas se gravan  para extraer de ellos la plusvalía que sirva a la acumulación primitiva de capital. Como resultado, países todos autosuficientes en épocas anteriores pasan a ser importadores  netos de alimentos en la actualidad.

El capítulo 6 aborda más genéricamente el tema de los agrocombustibles y como la prioridad que se ha dado a su producción -ilustrada especialmente con el caso de  Brasil- ocasiona hambrunas en países con larga tradición de seguridad alimentaria. También pone en entredicho las supuestas bondades ‘ambientales’ de los agrocombustibles y desenmascara a quiénes son los verdaderos beneficiarios de las  ingentes ayudas públicas a la producción de este tipo de combustibles.

En el capítulo 7 encontramos una descripción de las iniciativas de resistencia y de organización -sobre todo la Vía Campesina- alternativas al paradigma productivo neoliberal. Todas ellas buscan articular una propuesta alternativa al régimen  agroalimentario actual y destacan las ventajas de las pequeñas explotaciones frente al  monocultivo que se extiende siguiendo los criterios de eficiencia productiva que rigen  en la perspectiva ortodoxa. Se trata, en definitiva, de un homenaje a los que luchan por un nuevo modelo en el sistema agroalimentario global y resalta el papel de Vía Campesina como aglutinador de estos esfuerzos. Los agricultores y campesinos emergen como una nueva fuerza en lucha no sólo para transformar el sistema  agroalimentario mundial, sino que aportan fundamentos esenciales para una  transformación más amplia de la sociedad y la economía, vinculada al proceso de  ‘desglobalización’. 

En el epílogo a la edición española se señala (con nombres y apellidos) a los principales causantes de las crisis alimentarias globales actuales (la del 2007-2008 y la  actual): la especulación financiera, los fondos de pensiones y de inversión, los agrocombustibles, las instituciones internacionales (la OMC, el Banco Mundial), la  Unión Europea, los mercados de compensación de carbono. El texto ofrece una gran  profusión de datos para validar sus argumentaciones. Datos que ponen de manifiesto  el gran negocio del hambre y que convierten en inaplazable una transformación radical  del modelo de producción, distribución y consumo de alimentos, no sólo por motivos éticos sino, también, por razones medioambientales. El autor introduce conceptos manejados por estas interpretaciones alternativas, como el de “agua virtual”, que  resultan novedosos para los lectores que nos acercamos al libro con la curiosidad del  neófito.

En resumen, un libro que puede aportar al especialista en la materia argumentos contundentes para la crítica del régimen agroalimentario actual, pero útil sobre todo  para los lectores no expertos que buscan una primera aproximación a los problemas de la organización productiva agrícola desde un punto de vista crítico.


Revista de Economía Crítica nº14, 2.º semestre 2012

PDF del n.º 14 de la REC

 

  Food Wars

28/01/2013 11:16:24
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