Notícies i ressenyes

«La toma del poder es el espejismo que desvirtúa y esteriliza las políticas radicales»

Por Julián Vadillo

Siempre parece lo contrario, pero las ideas anarquistas mantienen el atractivo y se sitúan en el centro del debate. Aunque muchos lo quieran dar muerto, el anarquismo ya sea como ideología o como pauta de comportamiento está presente en muchos espacios.

Sobre la importancia que juega y puede jugar el anarquismo en al actualidad que nos rodea nos habla Tomás Ibañez en su nuevo libro, Anarquismo es movimiento. Este zaragozano nacido en 1944 tiene una amplia trayectoria militante en el movimiento libertario. Participante desde el periodo de la clandestinidad en la lucha libertaria, es autor de numerosos textos sobre la actualidad del anarquismo y es integrante de los equipos de redacción de revistas como Libre Pensamiento o Réfractions dedicadas al pensamiento libertario

¿Qué pretendes aportar con la obra al pensamiento anarquista?

Mi propósito no ha sido el de enriquecer el pensamiento anarquista con aportaciones y formulaciones innovadoras. No lo ha sido porque estoy convencido que es a partir de las prácticas de lucha contra los actuales dispositivos de dominación como se puede generar ese tipo de propuestas, y, hoy estoy demasiado alejado de la cotidianidad de las luchas para poder contribuir a la construcción colectiva de nuevas aportaciones.
Mi única pretensión pasa por ofrecer una visión de la situación actual del anarquismo que ayude a reflexionar tanto sobre el porqué de esa situación, como sobre las propias (+)

Dos horas de radio sobre la actualidad del anarquismo

La gente de La Enredadera de Radio Topo nos regala dos horas de radio sobre la actualidad del anarquismo, con algunas intervenciones de lujo: Carlos Taibo, Tomás Ibáñez y gente de organizaciones libertarias como CNT, CGT o Frente Estudiantil. Un programa más que nutritivo para pensar y repensar lo libertario.

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El anarquismo en tiempos postmodernos

Juanma Agulles

El anarquismo está viviendo un momento de cierto auge, constatable por la extensión de algunas prácticas y principios ácratas a otros movimientos sociales que, en principio, no se declaran herederos de la tradición libertaria. Serían, por eso, «anarquistas sin saberlo», o al menos lo serían sus prácticas en cuanto a la transformación de la vida cotidiana, la voluntad de coherencia entre las prácticas organizativas y el fondo utópico, y un cuestionamiento de las verdades universales y las tendencias «totalitarias» de los proyectos surgidos al calor de la modernidad. El anarquismo, por todo esto, se habría encontrado en inmejorables condiciones para influir en los nuevos movimientos sociales que desde Chiapas a las movilizaciones alterglobalización, pasando por distintas tendencias solidarias y antagonistas, y llegando al conocido como 15-M o el Ocupy Wall Street, han marcado la última parte del siglo XX y el inicio del siglo XXI. Esta revitalización es inseparable de la actualización de los supuestos anarquistas en varios ámbitos, desde el organizativo hasta el social, el tecnológico o el cultural; lo que ha llevado a algunos autores a hablar de un postanarquismo. Interpretar estos cambios en un sentido crítico y apostar por la extensión de las ideas anarquistas sería, por tanto, una y la misma cosa. Eso, al menos, es lo que sostiene Anarquismo es movimiento. Anarquismo, neoanarquismo y postanarquismo, libro de Tomás Ibáñez publicado recientemente por la editorial Virus.


No tengo una idea (+)

Anarquismo vividor

Por Rafael Cid

“La revolución no tiene distrito electoral” (Pintada callejera)

Este es el libro anarquista sobre pensamiento anarquista más importante publicado en España en muchos años.

Desde aquel ya vetusto 1964 en que un joven universitario español exiliado en Francia acuñara la idea de la A dentro de un círculo para reconciliar y coordinar a los distintos grupos y tendencias del anarquismo, hasta esta otra formulación que hace ahora el ya veterano libertario Tomás Ibañez en su último libro “Anarquismo es movimiento”, hay una misma voluntad de agitar la terca estirpe antiautoritaria como semillero de convivencia éticamente sostenible. Solo que lo que entonces era un mensaje endógeno, ahora amplía su genealogía más allá de la autarquía de las organizaciones clásicas. Fugado el genio de la lámpara, hoy busca nuevos yacimientos en la diáspora del anarquismo nómada y vividor que poliniza la insurgencia política de este primer tercio del siglo XXI.

El texto “Anarquismo es movimiento” contiene en realidad dos libros. Sendos libros distintos pero no distantes, y por tanto hay que leerlo a pares. Lo que no quiere decir repetir la lectura sino secuenciarla para valorar sus respectivas credenciales en profundidad. En un bloque, que su autor llama “principal”, se reflexiona sobre la vitalidad del anarquismo, realidad que Ibañez da por cierta y percutiente al mostrar su “convencimiento en que esa nueva política radical se formará, paulatinamente, y sustituirá, en (+)

«El anarquismo resurge en un nuevo contexto que le va a imprimir algunas características diferenciadoras respecto del tradicional»

Por Salvador López Arnal

¿Qué tipo de movimiento es el anarquismo? ¿Qué le singulariza? ¿Eres capaz de darnos alguna definición para aproximarnos un poco?

Aunque se pueden rastrear elementos precursores a lo largo de la historia, el anarquismo es, fundamentalmente, un movimiento social que se origina en la segunda mitad del siglo 19 al calor de las luchas suscitadas en Europa por la llamada revolución industrial. Le singulariza su negativa a disociar, en el seno del proceso emancipatorio, la dimensión política y la dimensión económica de la dominación. Ambas deben ser combatidas simultáneamente y por lo tanto la emancipación en la esfera económica requiere necesariamente la emancipación en la esfera política. En consecuencia el anarquismo se niega a aceptar cualquier modalidad de la forma Estado, ni siquiera transitoriamente, y manifiesta una sensibilidad exacerbada hacia cualquier forma de dominación.

Con independencia de que no me gusta encerrar en el corsé de una definición lo que requiere más bien una explicitación matizada según cada contexto discursivo, resulta bastante difícil definir brevemente el anarquismo. Me arriesgaré a decir lo siguiente: el anarquismo es aquello que contradice en la práctica la lógica de la dominación, sea cual sea la forma que esta adopte. Se le puede considerar, por lo tanto, como el pensamiento político de la crítica (+)

«El anarquismo resurge en un nuevo contexto que le va a imprimir algunas características diferenciadoras respecto del tradicional»

Por Salvador López Arnal

¿Qué tipo de movimiento es el anarquismo? ¿Qué le singulariza? ¿Eres capaz de darnos alguna definición para aproximarnos un poco?

Aunque se pueden rastrear elementos precursores a lo largo de la historia, el anarquismo es, fundamentalmente, un movimiento social que se origina en la segunda mitad del siglo 19 al calor de las luchas suscitadas en Europa por la llamada revolución industrial. Le singulariza su negativa a disociar, en el seno del proceso emancipatorio, la dimensión política y la dimensión económica de la dominación. Ambas deben ser combatidas simultáneamente y por lo tanto la emancipación en la esfera económica requiere necesariamente la emancipación en la esfera política. En consecuencia el anarquismo se niega a aceptar cualquier modalidad de la forma Estado, ni siquiera transitoriamente, y manifiesta una sensibilidad exacerbada hacia cualquier forma de dominación.

Con independencia de que no me gusta encerrar en el corsé de una definición lo que requiere más bien una explicitación matizada según cada contexto discursivo, resulta bastante difícil definir brevemente el anarquismo. Me arriesgaré a decir lo siguiente: el anarquismo es aquello que contradice en la práctica la lógica de la dominación, sea cual sea la forma que esta adopte. Se le puede considerar, por lo tanto, como el pensamiento político de la crítica (+)

Ha muerto Antonia Fontanillas

Hace unos días, el pasado 23 de septiembre, nos dejó Antonia Fontanillas Borràs, histórica militante anarcosindicalista y, en las últimas décadas una luchadora por la memoria del movimiento libertario y de las mujeres que entregaron su vida en la lucha revolucionaria. De formación autodidacta, en mayo de 1936 inició su militancia en el Sindicato de Artes Gráficas de la CNT y en Juventudes Libertarias. Bajo el franquismo, colaboró en el portavoz juvenil clandestino Ruta (1946-1948) y, esporádicamente, también en la prensa afín libertaria. El exilio la llevó a Francia, donde residía desde 1953. Antonia Fontanillas hizo su aportación a nuestra idea de recuperar la memoria del movimiento libertario, con la antología y biografía de Lola Iturbe, escrita junto con Sonya Torres: Lola Iturbe, vida e ideal de una luchadora anarquista. En un correo de despedida, el historiador Jose Luís Gutierrez Molina afirma que «desaparece alguien que, través de su actividad y de su línea familiar, representa la historia del anarquismo en España». Hasta siempre, compañera.

Antonia Fontanillas oroimenez from Malatesta on Vimeo.

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Contra el deporte

Por Blas López Angulo

Contra el deporte, sobre todo contra el opio del pueblo, claro. Cada vez que se celebra un Mundial le precede un oportunista ramillete de libros. No es para menos, pues de no llegar a tiempo hay que esperar otros 4 años. Aunque hoy con una literatura deportiva en ascenso puede compaginarse con otros eventos: La Eurocopa o las Olimpiadas, también universales y aún de mayor carga cultural e histórica. De hecho, es lo que le pasó a uno de estos libros, publicado el pasado junio. Que salió al tapete a pierna cambiada, por usar un símil futbolero que espero que sus editores me permitan. Me refiero a “La barbarie deportiva. Crítica de una plaga mundial” de Marc Perelman.

En realidad, se trata de una traducción, muy loable, de uno de los autores más clásicos en la crítica marxista del deporte, del que el público español no tenía noticia en las estanterías, como sigue sucediendo con colegas suyos, caso de Jean Marie Brohm y Fabien Ollier, con los que ha editado otros títulos.

Ocurre que Marc Perelman lo escribió precisamente para los Juegos Olímpicos de 2008 de Pekín, uno de los más criticados junto a los de Berlín 1936 o Moscú 1980. Ese mismo año publicó junto al mencionado Fabien Ollier, “Pékin 2008: les jeux de la honte” (Los juegos de la vergüenza). Y cuatro años después, en 2012, nuevos Juegos, y nueva edición refundida de ambos. Visto lo cual, en mi opinión la combativa Virus Editorial en cierto modo ha errado el tiro (el chut); sobre (+)

Pan y circo: contra la barbarie deportiva

Por Luis Roca Jusmet

El deporte, las olimpiadas, el fútbol, son temas tabú. Nadie se atreve con ellos, ni siquiera la izquierda. Forman parte de un consenso intocable, que solo admite críticas parciales y puntuales. No se entra en una crítica radical de lo que significa su influencia. Nadie hasta ahora había planteado la importancia que tiene este fenómeno dentro del capitalismo global y de la sociedad del espectáculo que la envuelve. Nadie ha denunciado los indecentes negocios que se mueven a su alrededor. La transformación del cuerpo en una máquina de la que solamente importan los resultados. El dopaje como esencia del deporte competitivo. La COI como poder supranacional como poder oligárquico que domina sobre los gobiernos y las gentes. Los megaproyectos olímpicos como transformación de la ciudad centrada en el estadio como elemento central Todo esto es lo que nos señala el valiente libro de Marc Perelman, que desde hace décadas ha desarrollado en Francia un trabajo crítico sobre el tema del deporte competitivo, la hegemonía del fútbol y el imperialismo de las Olimpíadas. Totalitarismo de una sociedad sin Ideal. El único proyecto para una sociedad nihilista, la religión del siglo XXI como auténtico fenómeno de masas. Todo como instrumento, por supuesto, de homogneización y unificación de las grandes ciudades del proyecto capitalista global.

El libro, siguiendo este hilo conductor de crítica global, va analizando diferentes aspectos. El primer capítulo trata sobre como se muestra la verdadera (+)

El deporte puede ser perjudicial para la salud

Por Silvia Hernando

Lo que en la calle supondría un hecho chocante, casi tabú, en el estadio se convierte en liturgia. Cantar (o, en el caso español, tararear) el himno nacional, por ejemplo. Sobre las gradas, las consignas se transforman en salmos, y cada jugador se erige en referente: en una especie de semidios, un héroe a quien adorar y con el que sentirse identificado. Alarmado y fascinado a partes iguales por esta «plaga» de la época moderna, la propagada por el deporte de alta competición, el escritor y profesor universitario francés Marc Perelman escribió en 2008 La barbarie deportiva, un libro para el que creó una versión actualizada tras los Juegos Olímpicos de Londres en 2012, y que ahora llega a España publicado por la editorial Virus.

No se refiere Perelman al deporte que se practica en el día a día, sino a su variante internacionalizada, mercantilizada, mediatizada, corrompida y, antes de todo eso, dopada hasta las orejas. De ella dice lo que advierten las cajetillas de tabaco o los productos químicos para limpiar el baño: que su uso es altamente nocivo para la salud, tanto la de quien lo practica como la de quien lo consume. «Lo que se pone en juego con el deporte y, particularmente, con el fútbol, son las grandes identificaciones sociopolíticas», ilustra el autor. «La identificación con la nación -el equipo nacional representa la nación. y los jugadores»: cada individuo se proyecta en un campeón.

Unidos en la barbarie

Acontecimientos como los Juegos (+)

Tras la barricada

Por Marc Almodóvar

Hay que remontarse varios años atrás para comprender la movilización y la lucha que está llevando a cabo el pueblo egipcio. Artículo realizado con motivo del nuevo libro de Virus Editorial, Egipto tras la barricada. Revolución y contrarrevolución más allá de Tahrir.

Marc Almodóvar | Periódico CNT

El 14 de noviembre de 1152 a.c. decenas de obreros y artesanos pararon la construcción de la necrópolis real en Deir el-Medina al grito de «tenemos hambre». Eso sucedía al fin de la 20ª dinastía, bajo reinado de Ramses III, en lo que aunque no sea seguramente la primera insurrección popular si representa la primera huelga documentada de la historia. Según los relatos los huelguistas fueron escalando en su nivel de confrontación con los gobernantes, que prometían mucho pero no cumplían con su palabra. Los obreros, que ya por entonces se quejaban de que sacerdotes y intermediarios acaparaban todos los víveres, fueron escalando en su confrontación. De simples quejas verbales llegaron a invadir el recinto de obras, acampar en él, repetir parones hasta tres veces y llegando finalmente, y según se cree, a saquear las tumbas que ellos mismos habían construido con su sudor no recompensado.

Egipto, pese a un imaginario colectivo que nos ha hecho creer en la sumisión constante del pueblo egipcio, y por extensión también del llamado pueblo árabe, ha vivido mucho tiempo detrás de la barricada. La historia nos rememora (+)

Capitalisme, rebel·ia i resistència

Per Francesc Hernàndez

La coronació de Felip VI. «en esa españa unida y diversa cabemos todos». Primer titular i primera reial mentida. tots, menys els que esperen al massís del Gurugú a esgarrar-se les mans amb concertines. tots, menys els refugiats que demanen asíl. l’any passat espanya denegà el 99,4% de les peticions de persones procedents de la guerra de síria. tots, menys els que es veuen forçats a marxar a l’estranger. des del 2009 fins al 2014, els espanyols residents a l’estranger s’han incrementat un 39,8%. Però es comptabilitzen només els inscrits. de no inscrits, n’hi ha més. i tampoc no caben aquells que, a l’interior de la xarxa de filferro, són privats de la humanitat, considerats una patologia del cos social o explotats. tal vegada el rei no els ha vist (potser serà difícil veure’ls des d’un palau), però ben segur que vosté sí: regiren contenidors, dormen on els deixen, estan tancats o arraconats, exhibeixen la seua carn a les rotondes dels polígons... tots junts formem una topografia de la misèria: cercles concèntrics a la manera de la visió de l’infern de Dante Alighieri, amb la diferència que ací els pitjors turments estan més allunyats del centre. Michel Onfrayl’explica acuradament al seu darrer llibre Política de rebel. Tratat de resistència i insubmissió, tradut al castellà per l’editorial anagrama. cercles, cercles en els cercles. i tots els objectius de totes les càmeres enfocant el centre (+)

Un análisis a contracorriente del deporte

la-barbarie-deportiva from Virus editorial on Vimeo.

Por Javier de Frutos

Cuando el deporte espectáculo se contempla sin sentirse involucrado sólo queda el absurdo. Dos jugadores rezan abrazados tras marcar el penalti definitivo, un país al borde del estallido social se concede una tregua de euforia y millones de espectadores contemplan desde sus hogares una historia mil veces repetida. Sí; un Mundial o unos Juegos Olímpicos observados sin una mínima empatía ofrecen un relato bochornoso.

Ahora que el deporte y la literatura gozan de una relación amable y fructífera, es de agradecer un análisis a contracorriente como el que propone Marc Perelman en La barbarie deportiva. Sin concesiones, plantea que el deporte se ha convertido en la religión del nuevo milenio. El tejido urbano crece en torno a estadios, el tiempo se mide en ciclos olímpicos, los nuevos héroes son figuras mediáticas dotadas de un talento divino y cada trabajador espera con entusiasmo el fin de su jornada para entrenar en el gimnasio y obtener un nuevo récord. Calorías, pulsaciones, sudoración: el paradigma consiste en llevar hasta la extenuación el propio cuerpo y en contemplar a quienes llevan el suyo hasta límites desconocidos.

A partir de un análisis de los Juegos de Pekín de 2008 como ejemplo de la experiencia olímpica llevada al paroxismo, Perelman escruta los valores subyacentes a esa Biblia contemporánea que es la Carta Olímpica: «Un formidable dispositivo ideológico, no sólo para simular, sino ante todo para fabricar (+)

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