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escribir la historia desde abajo, oponiéndose al rebaño de los que la escriben desde arriba
Por AMF
El libro que publicado por Virus editorial, a cargo de Pere López Sánchez, es mucho más que el enésimo estudio relacionado con la Revolución libertaria de julio del 36. Su título — Rastros de rostros en un prado rojo (y negro)— anuncia claramente los planteamientos.
Rastros: no se trata de una historia cerrada, con verdades incontrovertibles; a lo sumo, el balance de unas larguísimas investigaciones en torno a un pasado que el tiempo — y la mala leche — están borrando
Rostros:los protagonistas no son héroes ni prohombres; son «hijos del pueblo»; sus apellidos no los conoce la Historia con H mayúscula.
Prado rojo (o Prat vermell): no se pretende abarcar el estado, el país o la ciudad; basta con una parte de un barrio —las Casas baratas de Can Tunis—, basta con el diminuto espacio donde se vive, donde se trabaja, donde se goza y se sufre, donde se fragua la conciencia social.
Rojo (y negro: proletaria y libertaria fue la revolución porque proletarios y libertarios fueron los que la hicieron el paréntesis — rojo (y negro) — sugiere cierta distancia con la llana admiración a lo «rojinegro»; también alude a la leyenda de un barrio «peligroso» que a algunos se les antoja negra.
Ya se ve, Pere López Sánchez ha elegido un camino difícil: escribir la historia desde abajo, oponiéndose al rebaño de los enterados que la escriben desde arriba. Y eso no solo se entiende porque los que el autor arranca de las fosas del olvido eran personas humildes: los que escriben desde arriba suelen considerar a los de abajo con cierta condescendencia…
25/11/2013 11:51:14