«Cuatro muertos. Cuatro muertos caídos en medio de la calle. Es el balance de ayer». Así arrancaba la crónica del diario El Diluvio el 25 de octubre de 1922. El asesinato del anarquista Cerdeño a manos de unos policías de la funesta Brigada de servicios especiales desencadenó la fulminante destitución del jefe superior de policía de Barcelona.

Esta novela, con una narración minuciosa que oscila entre la lucha en la calle y los tejemanejes en las altas esferas, pone en el punto de mira la determinación de una parte del movimiento obrero que ante unos enemigos de clase decididos a su aniquilación a cualquier precio, no duda a plantar cara. Revive en sus páginas unos hechos escalofriantes que tiñeron con tintes de tragedia un periodo de nuestra época marcado por el conflicto.