Combinando el análisis político, el relato histórico y personal y la crónica de unas tribulaciones académicas que finalmente le condujeron al exilio, el conocido historiador israelí Ilan Pappé recoge en este libro algunas de las causas que hacen que la mera noción de democracia aplicada al Estado judío parezca, cada día más, una entelequia desnaturalizada. Sofocada en una atmósfera de consignas unánimes, intelectuales orgánicos y mansedumbre pública y mediática ante los dictados del Gobierno, la libertad de expresión es casi siempre la primera víctima aunque nunca la última. Como apunta el propio Pappé: «El hecho de disparar a periodistas y asesinar a activistas de los derechos humanos en Cisjordania, por una parte, y el reino de terror e intimidación en el campus por otra, son parte del mismo fenómeno».

En un momento en que las revelaciones de la llamada «nueva historia» israelí se han asentado en el mundo académico fuera de Israel, la relación de acontecimientos que se menciona en estas páginas no deja lugar a dudas sobre la importancia que para la causa palestina habrán de tener la denuncia y neutralización del vasto proyecto de memoricidio con que el Estado sionistai buscó, desde sus orígenes, consolidar la limpieza étnica de 1948i. A tenor de la experiencia del mismo Pappé y de otros disidentes, hostigados sin descanso a causa de sus posturas extraoficiales sobre los sucesos de aquel año, resulta evidente que la liberación de Palestina se juega no sólo en la arena política, sino en un campo cultural y de investigación que contribuya a instalar la verdad acerca de la Nakbai y de sus víctimas en el lugar que demanda la dimensión de la tragedia.